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Avanzar en temas de inclusión es una exigencia que tenemos como país, más aún luego de la entrada en vigencia de la Ley de inclusión laboral de personas con discapacidad y la Ley de Inclusión Escolar, en donde se reconoce la necesidad de insertar a adultos y niños en situación de discapacidad de manera real en nuestra sociedad.
Actualmente, según estadísticas del Servicio Nacional de la Discapacidad (SENADIS) más de 2.5 millones de personas en Chile posee algún tipo de discapacidad. Cuando hablamos de discapacidad hablamos de personas que tienen una necesidad desde el punto de vista sensorial (discapacidad visual o auditiva), físico (dificultades motoras) o intelectual. Desde este punto de vista, hoy en día la forma en que hacemos ciudad y la manera en que comunicamos y enseñamos, no siempre está acorde a lo que estas personas necesitan.
Esto lo entendió bien la Escuela de Arquitectura y Diseño de la Universidad Viña del Mar (UVM), desde donde se generó el Diplomado en Diseño y Comunicación para la Inclusión, el cual entrega herramientas a profesionales que se desempeñen tanto en el ámbito público como privado, para desarrollar material inclusivo y accesible para personas en situación de discapacidad.
“Es deber de nosotros los profesionales de las comunicaciones derribar las barreras de acceso a la información por cuanto somos nosotros los que elaboramos esos contenidos sin pensar en la diversidad de lectores”, dijo Juan Pablo Tapia, Diseñador Gráfico y Coordinador del programa, quien sostuvo que desde esa premisa partió la idea de crear este diplomado.
La idea, sostuvo, es enseñar a quienes sean parte del diplomado, a generar productos informativos y comunicacionales funcionales. “En la universidad nos forman para una vida que no nos enfrenta a temas como la discapacidad, por ejemplo, yo puedo trabajar un texto, un libro o un diseño, pero ¿qué pasa si después una persona con discapacidad visual quiere leer ese libro?, ¿qué hago yo?, son cosas que te ponen en jaque, la malla curricular te prepara en distintas profesiones, pero no te prepara para enfrentarte a la inclusión”, sentenció Tapia.
Explicó también que el programa está enfocado a diversos tipos de profesionales, como educadoras de párvulos y docentes, quienes pueden aprender a generar material de aprendizaje para niños que estudian bajo el Programa de Inclusión Escolar (PIE), trabajadores sociales, diseñadores, psicólogos, y en general todo profesional que quiera comunicar inclusivamente.
“La tarea es derribar las barreras de acceso a la información, barreras que hoy en día dejan fuera a las personas con discapacidad de cosas que para las personas sin discapacidad son habituales como el leer un libro, el periódico o las noticias en la televisión abierta, etc”, dijo el académico.
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