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Los trabajos informales han aumentado considerablemente por la crisis económica que ha provocado el nuevo coronavirus. La situación es tal, que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) confirmó que uno de los dilemas más grandes que enfrentan las personas que tienen este tipo de trabajos, es que deben elegir si “morir de hambre o por el virus”.
Meritxell Calbet Montcusí, directora de Cooperación Internacional de la Universidad Viña del Mar (UVM), sostiene que en este contexto de pandemia, la recuperación económica no reducirá por sí sola la informalidad, pero que las instituciones de Educación Superior podrían cumplir un rol fundamental para mejorar la calidad de vida de estas personas.
“El liderazgo de las universidades es crucial para alimentar los programas de formación específicos y asegurar la transferencia de conocimiento, centrándonos en el mercado laboral, entre otros”, dice la académica, quien recientemente fue invitada a exponer sobre la materia en un conversatorio virtual del “VIII Encuentro Internacional Javeriano de Emprendimiento e Innovación para las Organizaciones”, organizado por la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia.
Meritxell Calbet agrega que las instituciones de educación superior podrían contribuir al modelo productivo de los países con políticas públicas. En este sentido, ella destaca “Latwork”, un proyecto liderado por UVM, cofinanciado por la Comisión Europea con 1 millón de euros y que cuenta con socios en Argentina, Brasil, Chile, España, Portugal y Reino Unido.
“Este proyecto tiene como objetivo principal desarrollar estructuras de investigación y metodologías innovadoras de las universidades en América Latina para satisfacer las necesidades científicas de creación de conocimiento en el campo de la economía informal. El proyecto está en ejecución desde enero de 2019 y nos hemos propuesto en el contexto actual, abrir todos los canales de comunicación y difusión del proyecto para generar espacios de discusión académica y científica a nivel internacional”, explica la directora UVM.
La OIT en 2018 registró un total de 140 millones de personas con trabajos informales en América Latina y el Caribe. Por esto, Meritxell Calbet enfatiza que a través de la cooperación internacional se podrá abrir un camino para el desarrollo regional. “Las contribuciones que hagamos con esta otra mirada de la economía y posible contribución al desarrollo del sector productivo en América Latina pueden hacer la diferencia a la hora de superar la crisis generada por la pandemia”, cierra.