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Comenzando la primavera y considerando la mejora en el clima, es probable que nuestras mascotas se mantengan más tiempo en el patio de nuestras casas tomando sol. Esto puede traer consigo que tengan mayor acceso a los ectoparásitos o más conocidos como pulgas y garrapatas, los cuales pueden transmitir enfermedades, tanto para las mascotas como para el humano.
¿Qué hacer para mantener alejados a estos desagradables invitados de nuestro hogar y de nuestras mascotas? La docente de la Carrera de Medicina Veterinaria de la Universidad Viña del Mar (UVM), Dra. Romy Weinborn, nos entrega algunas recomendaciones para enfrentar la temporada estival sin tener que lidiar con pulgas y garrapatas.
“El primer ámbito de acción es a nivel ambiental (fumigación patio, casa), esto debe ser realizado por personas autorizadas para ello, con las normas de bioseguridad requeridos para manejos de tóxicos y en las dosis correctas, por lo que esto debe ser muy bien asesorado, evitando accidentes en el hogar, ya sea con las propias mascotas, con niños en la casa o al propio usuario que aplicó el producto. Es vital recordar que estos tóxicos en su mayoría afectan al sistema nervioso central, por lo que una intoxicación, tanto de la mascota, como de las personas son de preocupación, pudiendo ser letales” comentó Weinborn.
Por otro lado la especialista señala que como segunda fuente de acción se debe trabajar con la propia mascota, utilizando productos para pulgas y garrapatas adquiridos en comercio establecido: “existen ferias libres que venden productos que no tienen ninguna certificación del SAG o ISP, lo que no permite conocer qué es, para qué especie se utilizan y ni siquiera se puede asegurar que vaya a servir o peor aún que no vaya a generar una intoxicación en la mascota (jamás utilizar sprays para objetos inanimados (alfombras, sillones, entre otros) para matar pulgas y garrapatas en los perros o gatos)” aseveró.
La Dra. Romy Weinborn comenta además que no todos los productos son transversales a nuestras mascotas, es decir que un mismo producto para pulgas y garrapatas no necesariamente puede ser utilizados en perros y gatos.
“Si bien podría ser el mismo producto (principio activo), no siempre es así, por lo que se recomienda conocer qué principio activo es y para qué especie ha sido autorizado su uso en nuestro país. Varios productos que se usan en perros no pueden ser utilizados en gatos y si se utilizan pueden provocar una intoxicación grave del gato” puntualizó la experta.
Junto a esto, Weinborn se refiere a la frecuencia de la utilización de estos productos, la cual dependerá de múltiples factores: “si el perro o gato ha sido diagnosticado con alergia a la picada de la pulga, en donde se recomienda una frecuencia mayor a la habitual y en el caso que no tengan esta afección se puede hacer cada 2-3 meses, dependiendo de lo que indique el laboratorio productor del fármaco a aplicar. La carga ambiental también es un dato que debe analizarse, ya que no es lo mismo un gato o perro que vive en edificio (y que no sale) versus otro que vive en parcela, entendiéndose que los últimos tendrán una mayor probabilidad de tener contacto y ser parasitado por pulgas y/o garrapatas. Otra cosa que es bueno conocer es la forma de administración de estos fármacos, ya que existen los productos que se colocan en el pelaje, otros que se aplican por medio de baños y otros, los más sofisticados, que son orales y que actúan a nivel externo. Asimismo, la administración debe ser adecuada según el tipo de fármaco, ya que hay algunos de ellos que requieren que el perro y gato no tengan contacto con el agua 48 horas antes y después de su aplicación, ya que eso evita su buen funcionamiento, lo que significa- si eso sucede- costo extra para los propietarios y pérdida de protección para la mascota”.
Por último la docente es clara en el último punto de sus recomendaciones: “todos los factores mencionados deben ser considerados para cada caso de manera particular, por lo que la recomendación final es que los dueños de mascotas lleven a sus perros y gatos a una consulta con un médico veterinario para poder determinar qué producto, cada cuánto y las consideraciones especiales que requieren para elegir la mejor opción para esa mascota”.
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