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En el marco del Día Internacional de la Discapacidad, la Universidad Viña del Mar (UVM) junto a otras instituciones de la región, realizaron el conversatorio “Conectando experiencias y vivencias en Educación Superior en contexto de pandemia”, en el que cuatro estudiantes pertenecientes a la Red de Educación Superior Inclusiva (RESI), compartieron los desafíos que han tenido que enfrentar durante este año.
María Teresa Hidalgo, Coordinadora Nacional de RESI y moderadora de la actividad, manifestó que “por la pandemia todos hemos tenido que innovar, pero en particular, los estudiantes con discapacidad, han tenido que hacer frente a desafíos académicos, a un año particularmente complejo y desde diferentes adecuaciones, como familiarizarse con la tecnología. Este espacio es para relevar sus necesidades de manera propositiva y para que puedan mostrar cuáles han sido las brechas que han tenido que enfrentar en nuestros sistemas de educación”.
Por su parte, el Rector de la UVM, Carlos Isaac Pályi, dio la bienvenida y afirmó que “nosotros como universidad siempre hemos tenido una fuerte preocupación de entregar una educación de calidad a todas las personas sin distinciones. Hemos avanzado en estos temas, pero tenemos muchas cosas que aprender todavía y tenemos un largo camino que recorrer. Este camino se recorre de manera más fructífera siendo parte de una red y en colaboración con otras instituciones y personas”.
Educación virtual vs presencial
Entre las preguntas que se expusieron, a los estudiantes se les consultó qué diferencias han experimentado entre la educación presencial y la educación a distancia que se ha tenido que implementar en distintas partes del mundo por el nuevo coronavirus.
Cynthia Navarro, estudiante de Educación Diferencial de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), respondió: “Me afectó porque soy muy inquieta y siempre estoy muy activa con actividades académicas y extra académicas y paso todo el día en la U. El tema de la pandemia y estar encerrada por la cuarentena me afectó bastante porque yo soy de Iquique y en Valparaíso vivo sola. Fue bastante complejo no ver a mis compañeras, a mis amigas y estar sin actividad física, porque me volví muy sedentaria y eso me influyó en el ánimo”.
La alumna Bárbara Montané, quien estudia para ser laboratorista dental en la Universidad Santo Tomás (UST), junto a la intérprete de Lengua de Señas, Mildren Reyes, comentó: “Yo soy una persona visual, una persona sorda y no me pude comunicar al principio. Me esforcé en leer los labios, pero después la universidad gestionó un intérprete en lengua de señas”. La estudiante dijo que para ella esto fue un gran avance, porque la intérprete la acompañaba en las clases con los diferentes profesores, pero que debía estudiar el doble por mirar las presentaciones de Power Point y a la vez las señas. De manera online es lo mismo.
Diego Gaytan, estudiante de Licenciatura en Música de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), agregó que “soy una persona con discapacidad visual y mi carrera de por sí es 50% práctica y 50% teórica y ahora se ha vuelto un poco complejo debido a que no estamos de tú a tú con el profesor y cuesta explicarse en relación a los contenidos que se pueden abordar de manera práctica. De manera teórica ha sido cómodo. Podría separarlo en esas dos partes, pero claro hay una gran diferencia en lo presencial y virtual”.
Daniella Villella, estudiante de Psicología de la UVM, afirmó que es madre y que esto también le ha significado un gran esfuerzo. “Este año en contexto de pandemia sí se me ha vuelto un poco complejo. Soy una persona en situación de discapacidad visual profunda, por lo tanto, para mí la comunicación de boca a boca en la presencialidad era fundamental. Muchas veces para poder entender ciertas estructuras, pro ejemplo de un informe, de un libro o cómo buscar en un manual. En la modalidad online se ha visto dificultado eso, por ejemplo en evaluaciones psicológicas y de psicometría que son visuales”.
La Jefa de la Unidad de Inclusión, Marcela Godoy, valoró los aportes de cada uno de los estudiantes y la activa participación de los presentes, ya que el conversatorio contó con una audiencia de casi 50 personas. “Las universidades han ido abriendo espacios para que los estudiantes en situación de discapacidad puedan hacer sus aportes como lo es día a día en sus unidades académicas, en las actividades estudiantiles”, afirmó.
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad fue declarado en 1992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y su objetivo es promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo, así como concienciar sobre su situación en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural.
Este año su central fue “Participación y el liderazgo de las personas con discapacidad: Agenda de Desarrollo 2030”, el cual se centra en el empoderamiento de las personas con discapacidad para un desarrollo inclusivo, equitativo y sostenible, como se pedía en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que se compromete a “no dejar a nadie atrás” y considera la discapacidad como una cuestión transversal en la implementación de sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).