Para la Dra. Liliana Delgadillo, jefa carrera de Educación Parvularia de la Universidad Viña del Mar (UVM) los niños y niñas del país no pueden seguir esperando. “Las comisiones que trabajan en estos temas deben incorporar a los especialistas del nivel para discutir y tomar decisiones informadas y consensuadas. En Chile contamos con expertos de gran nivel, reconocidos internacionalmente, pero no son convocados para estas discusiones, por el contrario, se realizan entre cuatro paredes perdiendo tiempo en atender las urgencias de un grupo etario que requiere nuestra atención de calidad con urgencia”.

El actual proyecto de ley corta de Sala Cuna fue ingresado en enero de este año y busca modificar el artículo 203 del Código del Trabajo, suprimiendo el número de 20 trabajadoras como requisito para otorgar el beneficio de sala cuna. Junto con ello, la propuesta contempla la creación de un “Fondo Sala Cuna” que se financiará con aportes fiscales y con la cotización del 0,1% de las remuneraciones imponibles de los trabajadores del sector privado y de empresas públicas. También con los ingresos imponibles de trabajadores independientes y con la rentabilidad que genere el fondo.

De esta forma recibirán el servicio los trabajadores dependientes e independientes que lo requieran y serán las empresas las que pagarán la sala cuna y recibirán un reembolso del fondo antes mencionado. El mismo mecanismo opera para trabajadores independientes. Además, en el caso de trabajadores de casa particular recibirán un aporte equivalente al de las microempresas.

Quizás uno de los puntos que no genera consenso es que el proyecto contempla un Registro de Cuidadores, en el que podrán inscribirse todas las personas que cumplan con los requisitos para ser un buen cuidador/a de niños/as y recibirán un entrenamiento y una capacitación necesaria para llevar a cabo un buen cuidado de los niños/as en materias relacionadas con riesgos, primeros auxilios, enfrentar situaciones de emergencia y otras.