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En circunstancias tan demandantes como en las que operan las organizaciones en la actualidad; con una competencia intensa, un desarrollo de la tecnología avanzada, una fuerte globalización y un alto grado de volatilidad en los mercados, la necesidad de contar personal directivo preparado se incrementa considerablemente.
En las últimas décadas, numerosos autores y estudiosos han abordado el liderazgo y otras capacidades que se relacionan con los directivos. Sin embargo, la dirección va mucho más allá que el liderazgo. El liderazgo es una parte muy relevante a la hora de ser un buen directivo, pero éste también necesita conocer y fortalecer algunas competencias y capacidades (sobre todo blandas) que le permiten un mejor manejo del negocio y de los actores inmersos en el mismo, así como tener otras muchas cualidades de gestión y de administración.
En este contexto, datos básicos provistos por la revista capital.cl, describen que el 60% de la demanda de Ejecutivos en Chile está dirigida a Ingenieros Comerciales o Civiles y cerca del 65% de los ejecutivos medios posee diplomados en escuelas de Negocios; hecho éste que demuestra una creciente necesidad en que los ejecutivos o quienes estén interesados en ocupar una posición directiva cuenten con la preparación en torno a las habilidades denominadas “blandas”.
Poseer este tipo de conocimientos y capacidades les permite hacer frente al hecho de que sus colaboradores provienen de hogares diferentes, educaciones diferentes, generaciones diferentes y por ende historias de vida diferentes. Aspecto por demás, detonante de innumerables situaciones de diferencias y conflictos en los equipos de trabajo que amerita del perfeccionamiento en capacidades como el autoconocimiento, comunicación efectiva, trabajo en equipo, negociación, manejo de los cambios, entre otras que sea compartido o no por muchos en ocasiones, vienen a convertirse en recursos de mucha más valía que los financieros, técnicos o materiales.
Parte de la respuesta a esta interrogante, la conseguimos al observar que las empresas y la sociedad en su conjunto, empiezan a demandar mayor diversidad en las habilidades de su personal de dirección. Esto, bien porque la formación que poseen quienes tienen la responsabilidad de liderar, en ocasiones es muy básica, que la oferta es estándar, que a los nuevos profesionales les falta práctica, entre otras razones.
En definitiva, una clásica preocupación (como es la formación de los directivos de una empresa), pero abordada a partir de una perspectiva distinta, rescatando conceptos erróneamente desterrados o menospreciados por el mundo ejecutivo como: emocionalidad, sensibilidad, relaciones humanas, conocimiento de sí mismo y muchas otras. Un conjunto de habilidades necesarias para que cualquier directivo pueda guiar en una suerte de capitán, a toda su tripulación por el camino correcto.
Bajo este panorama, y basados en la evidente y creciente necesidad que tienen las organizaciones de la región y del país, de contar con profesionales, que marquen la diferencia en torno a la gestión directiva y mejorar la convivencia de sus equipos, liderando personas y dirigiendo procesos desde cualquier puesto de dirección, se plantea este Diplomado en Habilidades Directivas de la Universidad Viña del Mar.
Este programa prepara a los profesionales que decidan incorporarse al mismo, en herramientas claves de autoconocimiento, comunicación efectiva, liderazgo, trabajo en equipo, manejo de los cambios y negociación, utilizando algunas de las mejores prácticas probadas en todo el mundo, lo que le permite aportar valor agregado para cualquier organización.
Este diplomado prepara a los profesionales en herramientas claves de autoconocimiento, comunicación efectiva, liderazgo, manejo de los cambios y negociación, utilizando algunas de las mejores prácticas probadas en todo el mundo, lo que le permite aportar valor agregado para cualquier organización.
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