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El anfiteatro del Campus Rodelillo se convirtió en el escenario de una gran celebración de la creatividad y el talento estudiantil, con la realización del Festival de Otoño, actividad que fue impulsada por la agrupación Unión Variada Musical, en colaboración con la Unidad de Relacionamiento y Vida Estudiantil, convocando a la comunidad universitaria en torno a la música y el arte.
Celebrado el pasado 16 de mayo, el festival reunió a estudiantes de distintas carreras, quienes ofrecieron presentaciones en vivo como solistas o como bandas. Con una diversa paleta de géneros musicales, desde rap, salsa y rock, hasta sonidos experimentales, el evento destacó por su carácter inclusivo y autogestionado, evidenciando la riqueza expresiva que emerge desde la comunidad estudiantil.
Franco Becerra, estudiante de la carrera de Cine y Comunicación Audiovisual y vocero de la agrupación organizadora, valoró el ambiente de fraternidad que se vivió durante la jornada, comentando que “fue una actividad bastante grata, principalmente por la esencia que se generó. Permitió que todos los músicos y artistas pudieran disfrutar cada una de las canciones y mostrarlas a la comunidad universitaria”.
Por su parte, Isidora Zamora, estudiante de Odontología, compartió su entusiasmo tras participar del evento, añadiendo que “me encantó ver a la gente expresarse, conocer talento nuevo, escuchar la opinión de la gente a través de la música. Ojalá que se repita, ya que fue una experiencia muy divertida y motivó mucho a la gente para en próximos eventos poder seguir explorando su arte”.
Uno de los momentos destacados fue la presentación de Agustín Kuschel, conocido como Kidd Mono, quien agradeció la oportunidad de compartir su música en un espacio abierto y participativo. “El evento que hubo hoy fue espectacular, superó mis expectativas completamente. Los artistas estuvieron geniales. Me gustaría que se repitiera todas las veces que fuera posible”.
Desde la organización institucional, se destacó el impacto positivo de la iniciativa. Juan Pablo Caneo, jefe de la Unidad de Relacionamiento y Vida Estudiantil UVM, subrayó la importancia de estas instancias en la formación integral del estudiantado. “Este tipo de espacios reflejan el compromiso de nuestros estudiantes con la cultura y la vida universitaria. El Festival de Otoño no solo mostró el talento artístico que existe en nuestra comunidad, sino también la capacidad de autogestión y colaboración entre distintas áreas y agrupaciones. Seguiremos apoyando iniciativas que fortalezcan la identidad estudiantil y la participación activa”.
Con una exitosa primera edición, el Festival de Otoño se proyecta como un hito en la agenda cultural universitaria, consolidándose como un espacio de encuentro, expresión libre y construcción comunitaria. Desde la organización ya se anticipan nuevas ediciones y propuestas que continúen impulsando el arte emergente y el protagonismo estudiantil en la vida universitaria.
